Vitamina C

La vitamina C o ácido ascórbico es una sustancia que el ser humano no puede sintetizar y debe aportarse a través de la dieta, principalmente a través de frutas frescas y verduras (fresas, grosellas, cítricos, pimiento, brócoli, perejil ,nabo,…).

La importancia sobre la salud de la Vitamina C se basa en su poder óxido-reductor.

Las células disponen de enzimas y sustancias antioxidantes que de forma conjunta previenen de este daño oxidativo sobre el ADN (mutaciones, cáncer…), proteínas (inhibición de enzimas, degradación…) y lípidos (afectación de membranas celulares…). El ácido ascórbico (vit. C) es un fuerte agente reductor, actuando como antioxidante en sí mismo y regenerando otros antioxidantes.

La vitamina C es un suplemento popular pero también controvertido. La investigación científica actual constata los beneficios de la suplementación con vitamina C, con lo que no ha disminuido el entusiasmo por este nutriente esencial.

Las funciones que desempeña la vitamina C en el cuerpo humano derivan de sus propiedades de oxido-reducción, siendo imprescindible en varias reacciones enzimáticas de gran importancia.

El papel de la vitamina C sobre el sistema respiratorio ha sido objeto de debate durante décadas. Actualmente los estudios muestran que la vitamina C tiene un papel importante sobre este sistema ya que forma una parte importante del sistema inmune (sistema inmune común de mucosas o CMIS).

La vitamina C estimula el sistema inmune y colabora en la resolución de infecciones. Mejora la función inmune reduciendo el estrés oxidativo y el daño en las células defensivas, alargando su tiempo medio de vida y reforzando su función inmunitaria. Los estudios muestran su eficacia también en infecciones bacterianas.

La vitamina C aumenta la rapidez en la resolución en infecciones en el tracto respiratorio. También combate microbios y dispone de propiedades antihistamínicas, reduciendo la reacción alérgica.

En otro ámbito, es necesaria para la correcta producción del colágeno y para el desarrollo y regeneración de tendones, ligamentos, huesos,… También es necesaria en la síntesis de carnitina, con la que se obtiene energía a través de la quema de grasas. Participa en la biosíntesis de noradrenalina, dopamina, conversión del triptófano y de la serotonina. Puede ser útil en problemas de fertilidad, ya que influye en la síntesis de testosterona y en la motilidad y morfología de los espermatozoides. Previene enfermedades del ojo, como cataratas y degeneración macular. También está implicada en la salud del sistema cardiovascular y los riñones por su papel crucial como potente antioxidante. La vitamina C mejora la capacidad de vasodilatación de las arterias y puede reducir la tensión arterial.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *