Hay muchas maneras distintas de asar las castañas. Se pueden hacer en el horno, en los fogones o hasta en el micro, pero como más nos gustan es a la brasa.

Hacemos en cada una de las castañas un corte. Mejor si es en la parte más clara de la piel. De esta manera evitaremos que exploten cuando cojan calor. Hay personas que opinan que con un corte es suficiente otras que aseguran que el corte ha de ser en forma de cruz y otras que ha de atravesar todo un lado de la castaña. Lo bueno es que tenemos unas semanas por delante para saber cual es nuestra fórmula preferida😋. Ponemos las castañas en remojo un ratito antes de asarlas.

Pondremos las castañas en la sartén agujereada y las asaremos en la brasa durante unos 20 minutos, moviéndolas constantemente. También se acostumbra a preparar un bol con agua para ir salpicándolas a medida que se asan. De esta forma se asarán más lentamente por fuera consiguiendo que se hagan bien por dentro. Las iremos sacando a medida que las veamos hechas. Las castañas deben quedar bien tostadas sin llegar a estar quemadas. Las mantendremos un rato envueltas en papel, de esta manera se acabarán de hacer con calor residual y se ablandarán un poco. Las dejaremos enfriar lo justo para no quemarnos los dedos y las pelaremos. Se pelarán cuando aún están calientes, si no nos costará mucho más.

¿Y tu método preferido de asar castañas cuál es? ¿Tienes algún truco para compartir?

Si quieres saber más sobre los beneficios de las castañas puedes leer nuestro artículo.