Gambas al ajillo

Ingredientes para 4 personas

– 12-16 Gambas o Langostinos (pueden ser congelados).

– 1 Guindilla seca (cayena).

– 1 Cabeza de ajos.

– Aceite de oliva.

1. Pelar las gambas (o langostinos) y reservar las cabezas para preparar la salsa.

2. En una cazuela de barro, poner aceite hasta cubrir el fondo y añadir las cabezas de las gambas. Cocerlas a fuego medio durante 5 min. aplastando las cabezas para que suelten su jugo.

3. Retirar con cuidado las cabezas y los restos de gambas.

4. Pelar y añadir los ajos troceados y la guindilla seca a la salsa. Freír a fuego lento durante 4 min. , rectificando de aceite.

5. Añadir las gambas ya peladas y cocer en la cazuela durante 3 min. más, removiendo para evitar que se pegue la salsa. Apagar el fuego y dejar reposar 2 min.

6. Es importante que las gambas no se cuezan demasiado, perdiendo sabor y textura. Servir en la misma cazuela o en cucharas de degustación.

Tiempo de preparación: 30 minutos.

Nivel de dificultad: Media.

Comentario nutricional:

Las gambas son un nutritiva fuente de proteínas de calidad y disponen de una adecuada relación de ácidos grasos omega 3/6. Como todos los alimentos del mar, las gambas son un rica fuente de minerales (sodio, potasio, fósforo, zinc,…) y oligoelementos como el yodo. Por su color rojizo, disponen de sustancias antioxidantes.

Los ajos son un fuente de azúfre indispensable y dispone de variadas propiedades en el organismo.

La guindilla seca (cayena) aporta un toque picante a la receta. Es conveniente incluirla pues estimula la circulación y la respiración, tiene propiedades antibióticas, mejora la función digestiva y actúa sobre receptores sensitivos y del dolor.

La receta es interesante para personas hipotiroideas, “frioleras” en general y con retención de líquidos en las extremidades inferiores. Tiene propiedades tonificantes, circulatorias, vigorizantes y afrodisíacas. Aumenta la sensación de calor y estimula la sensibilidad, aumentando la apetencia sexual.

Deben tener precaución en su consumo las personas con el ácido úrico elevado, con problemas cardíacos, hipertensión e hipertiroidismo.

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