Plantas antiparasitarias

Nuestro cuerpo y especialmente nuestros intestinos, son el lugar ideal para el crecimiento y reproducción de distintas especies de parásitos. La mayor parte de estos parásitos son microorganismos aunque también existen parásitos de gran tamaño como gusanos.

Estos parásitos interactúan con las otras especies beneficiosas para la salud y conforman nuestra microbiota (flora intestinal). Es necesario un equilibrio entre especies favorables y especies desfavorables para mantener la salud y evitar la infección o parasitosis. Cuando el equilibrio de nuestra flora se rompe, la función inmunitaria se ve mermeda.

Afortunadamente, existen muchas plantas y especies vegetales con propiedades antiparasitarias entre las que destacan el pau d’arco, el ajo, el nogal negro, la semilla de pomelo, la artemisa, el orégano, la calabaza, la equinacea, el tomillo,…

El pau d’arco es la planta de preferencia frente a infecciones micóticas (hongos), especialmente frente la cándida. También es usado en infecciones bacterianas y víricas en cualquiera de nuestras mucosas.

El nogal negro (Juglans Nigra) es considerado muy útil para luchar contra parásitos, tanto hongos microscópicos como gusanos de gran tamaño. El nogal negro utiliza dos tipos sustancias (juglonas y taninos) para anular el crecimiento de otras especies vegetales y anular la competencia (alelopatía vegetal). Estas sustancias le otorgan las propiedades antiparasitarias y evita nuevas colonizaciones.

El ajo es uno de los mejores bactericidas y antifúngicos naturales, siendo un remedio efectivo en la eliminación de parásitos.

La artemisa, planta desinfectante del tracto digestivo y antiparasitaria, ya era citada en antiguos textos griegos de Dioscórides como un remedio contra los gusanos.

La calabaza es rica en curcubitina, un alcaloide que inmoviliza grandes parásitos (tenía, ascaris, oxiuros y otros helmintos,…), paralizando su musculatura, favoreciendo así su desprendimiento de la mucosa intestinal y su expulsión.

El orégano es eficaz contra toda una serie de parásitos intestinal entre ellos bacterias, levaduras y hongos. Tiene propiedades fungiestáticas y fungicidas.

Existen muchas otras plantas anti-parasitarias como la equinácea (con grandes propiedades anti-microbianas y estimulantes del sistema inmune) o la semilla de pomelo, uno de los mayores antibióticos naturales por su amplio espectro.

Los suplementos nutricionales elaborados con estas plantas ayudan a la prevención y eliminación de parásitos. Los suplementos deberían siempre complementarse con una dieta rica en ajo, cebolla, pipas de calabaza y alimentos ricos en fibra soluble (como la zanahoria, la remolacha, los higos,…).

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