
Ingredientes:
1 manojo de calçots
Leche de avena
Maicena
Mantequilla
Nuez moscada
Sal del Himalaya
Pimienta negra
Pan rallado para rebozar (puede ser sin gluten)
Huevo para rebozar (podemos substituirlo por harina de garbanzo con agua)
Salsa para calçots
Asamos los calçots en el horno. Esperamos a que enfríen un poco y los pelamos. Los pasamos por la picadora y los reservamos sobre un colador fino para que pierdan el máximo de agua posible.
Hacemos la bechamel con la mantequilla, la maicena y la leche de avena intentando que quede espesa. Una vez hecha añadiremos nuez moscada, pimienta negra y sal. Haremos poca bechamel, la cantidad necesaria para acabar de conseguir una masa más homogénea pero no tanta como para que disfrace el sabor del calçot.
Mezclamos los calçots con la bechamel y reservamos unas horas a que se enfríe.
Hacemos croquetas de la forma deseada. Rebozamos las croquetas y las hacemos en el horno unos 20 minutos a 200º
Acompañamos con salsa de calçot.